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EDUCACIÓ CONFINADA

Com esteu? Com us ha canviat la manera d'aprendre aquests dies? Últimament, et sents més o menys connectat a la realitat? Aquí et deixo un parell de documents amb algunes idees que et poden ajudar a pensar-ho.  Elabora un text d'anàlisi i reflexió que porti per títol "EDUCACIÓ CONFINADA". Ha de ser un text de caràcter personal però hauries de fer referències a les idees de la Marina Garcés i en Franco "Bifo" Berardelli que trobaràs en el vídeo i en el breu text que us he deixat escrit en aquesta pissarra....

15 de marzo

En el silencio de la mañana, las palomas desconcertadas miran desde el techo de la iglesia y parecen aturdidas, atónitas. No pueden entender ese desierto urbano que están viendo. Yo tampoco puedo.

Leo el primer borrador de Offline, un libro de Jess Henderson que va a salir en unos meses (o que debería salir, pero quien sabe ya). Hoy, la palabra “offline” adquiere un significado filosófico: es un modo de definir la dimensión física de lo real en oposición o, mejor dicho, en sustracción  a la dimensión virtual.

Me pregunto cómo está cambiando la relación entre lo offline y lo online durante la propagación de la pandemia, y trato de imaginarme las consecuencias .

En los últimos treinta años, la actividad humana ha cambiado profundamente su naturaleza relacional, proxémica y cognitiva: un número creciente de interacciones se ha desplazado de la dimensión física, conjuntiva- donde los intercambios lingüísticos son imprecisos y ambiguos (por lo tanto, infinitamente interpretables), y toda acción productiva consume algún tipo de energía física, dado que los cuerpos se tocan y se entrelazan en un flujo de conjunciones- a una dimensión conectiva, en la cual las operaciones lingüísticas están mediadas por máquinas informáticas y, por lo tanto, responden a formatos digitales. Cualquier actividad productiva está, parcialmente, mediada por automatismos, y la gente interactúa cada vez más, aunque sus cuerpos nunca se encuentren. La existencia cotidiana de poblaciones enteras está cada vez más ligada a dispositivos electrónicos capaces de almacenar una enorme cantidad de datos. La persuasión fue reemplazada por la impregnación, ya que la psicósfera ha sido inervada por los flujos de la infósfera. La conexión presupone una precisión sin pelo y sin polvo. Los virus informáticos pueden interrumpir o desviar esta exactitud, que desconoce la ambigüedad de los cuerpos y no contempla la inexactitud como posibilidad.

Ahora, un agente biológico se introduce en el continuum de lo social, lo hace implosionar y nos fuerza a la inactividad. La conjunción, esfera que ha sido largamente reducida por las tecnologías conectivas, es la causa del contagio. Encontrarse en el espacio físico se volvió el peligro absoluto. La conjunción debe ser evitada, impedida: no salgas de tu casa, no vayas a ver a tus amigos, mantente a dos metros de distancia, no toques a nadie en la calle.

Lo que experimentamos en estas semanas es una gigantesca expansión del tiempo que pasamos conectados, en línea, y no puede ser de otra manera porque las relaciones afectivas, productivas y educativas deben ser transferidas a la esfera en la que no nos tocamos, en la que no nos encontramos. Cualquier sociabilidad  que no sea puramente conectiva deja de existir.

¿Y después? ¿Qué va a pasar? ¿Que pasa si esta  sobrecarga de conexión termina rompiendo el hechizo? 

Lo que quiero decir es que, tarde o temprano, la epidemia va a desaparecer (si esto pasa alguna vez, dicen que en Italia va a pasar el 25 de abril) ¿No tenderemos a vincular nuestra vida on line con la enfermedad? Imagino una explosión de cuidados y caricias, induciendo a una gran parte de los jóvenes a cerrar sus pantallas conectivas, transformadas en recuerdo de un período  desgraciado y solitario.

Intento no tomarme demasiado en serio, pero lo pienso.

Franco "Bifo" Berardi

Crónica de la psicodeflación

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